Con nostalgias de canto y de guitarra… hoy en el recuerdo El Festival del Canto Entrerriano del Club Sarmiento.



Por Manuel Lazo:

Cuando llegué a Victoria tuve un rápido acercamiento a los pescadores. No podía creer en la soledad que luchaban contra la explotación de los intermediarios. Ahí conocí, entre otros grandes hombres a Abel Broin que junto a sus colegas luchaba por una Cooperativa que los protegiera, herramienta que finalmente se consiguió tras aceptar Pedro Aguer, entonces Director de Cooperativas, una visita a L.T. 39 para discutir esa realidad. Al poco tiempo la Cooperativa estaba en marcha. Después vivieron los frigoríficos pero eso ya forma parte de otra historia que merecería un tratamiento mas puntual. Lo cierto es que gracias a Abel Broin y a Hugo La Barba, con quien estábamos en los diálogos iniciales de lo que fue luego una linda amistad, me acerqué al Club Sarmiento con nostalgias de canto y guitarra. Con Hugo y Carlos, que estaba entonces como Presidente, nos propusimos hacer la primera edición del Festival del canto entrerriano que se hacía en diciembre. La prioridad en la cartelera la tenían los entrerrianos, pero pasaron grandes exponentes del canto nacional como Carlos Di Fulvio y el querido Hugo Gimenez Aguero, entre muchos. El Festival constituyó un espacio de expresión extraordinario para la puesta en valor de nuestra identidad musical y puedo asegurar que fué "paridor" de muchas figuras que hoy están en el primer plano del universo artístico como Soledad Pastorutti. Recuerdo que un año en que actuó provocó tanto entusiasmo que la comisión le pidió que se quedara para la noche siguiente y se anunció el fenómeno por un sistema de publicidad rodante. Eso ocurrió en diciembre de 1995. Apenas unos días después la consagró Cosquín.

Pero demás Sarmiento fue el espacio que contagió de entusiasmo a gurises que andaban ahi, admirando a los cantores y con pretensiones de ser ellos también alguna vez partícipes de ese fenómeno. Emergentes de ese movimiento son Franco Giaquinto y Marcos Pereyra, dos de los principales exponentes de nuestra música.

Algo que recuerdo con admiración es la obra de Antonia Sleger que pintaba el fonde de escenario en escenas donde jamás estuvo ausente el pescador y su mundo de río e islas.

Siento mucha nostalgia cuando advierto que ese festival ya no está. Para consuelo, me resulta muy grato cuando escucho a Daniel Pancita Rodríguez afirmar que Victoria es la matríz de Los del Gualeyan. Es así... Que formación que tenía!!! Con un cantor como Pajarito Gripaldi que hace ya muchos años que falleció.

Toda la provincia musiquera llegaba a Victoria en cada diciembre. Es una pena que ya no sea así...

Soledad recuerda su paso por el festival de Sarmiento