Tres
décadas de un grupo que marcó un antes y después en la música de todo un país
Aquino, Gonzalez, Román, Cabrera, Aristizabal |
Un poco de historia:
Si bien los históricos de la
formación podrían haber contado esta misma historia desde otro lugar, quisimos
reflejar la mirada de uno de los últimos en ingresar al grupo a comienzos del
´82, Luis Pimentel, aquel muchacho que todos conocemos hoy por las cámaras y
ediciones de Victoria Te Ve, fue el baterista que aportó lo suyo, allá por la
década del ochenta, cuando Acción gozaba de gran popularidad y todos sus
integrantes vivían en Victoria.
Luis venía armando desde 1979 con
sus amigos una historia distinta, se llamaba Apache, pero no duró por que
algunos de los integrantes de aquella formación perdieron el “laburo” que los
ayudaba a continuar con sus sueños musicales.
En ese contexto de desmembramiento
del grupo, apareció Miguel Aquino ofreciéndole incorporarse –a Acción- tanto a
Luis como a Raúl Brasesco (Bajo) que también estaba en aquel grupo que acababa
de disolverse. “Para mi que no soy de Victoria, era increíble, imaginate para
Raúl, que vivía el fenómeno desde el mismo lugar donde se gestó. Sencillamente
fue algo inesperado que me tomo de sorpresa, por supuesto dije que si sin
pensarlo demasiado”.
Acción sonaba en vivo igual que en
los discos, un mérito que se transformaría en sello del grupo. El papá de Luis
se transformaría en el productor artístico.
Acción grabando en la RCA |
Acción venía de grabar “Que quieres
de mí” con el sello RCA para un Long Play junto a los más exitosos del año
entre los que se encontraba Valeria Linch, Pomada, Los Moros, El Puma
Rodríguez, entre otros. En aquella formación estaban Miguel Aquino, El “Pato”
Roberto Román, Eduardo Cabrera, Conrado Zapata, Noel Pereyra y Roberto
González.
Ahora con nuevas incorporaciones el
grupo experimentaba un cambio que transformaría en verdaderos exponentes de un
ritmo sin igual. “A esta suma de jóvenes también llego Luis Caballero en saxo”.
Como anécdota relatan que a una
vuelta de un baile, y pensando en generar nuevos ritmos, Román hablaba de
agregar más percusión, por ejemplo una tumbadora, “cuando llegamos a la ruta
¿quién estaba pintando la cancha de Huracán?, el “Negro” Carlos Da Silva; paró
el colectivo y lo subimos”.
Así en temas como “En el Amor”; “Esa
Muchacha quiere bailar”; “A mar del Plata yo quiero volver”, “Borombombom, que
viva la vida que viva el amor”, y Maliquibú (Ritmo que luego distinguiría otra
etapa del grupo), tuvieron esa impronta que le dieron estos nuevos integrantes.
Presentaciones en Buenos Aires y en
cada provincia del país a la que llegaron, y más allá de la frontera como
Chile, Uruguay, entre otros, mostraban que la alegría del grupo contagiaba
entusiasmo, algarabía que también identificaría a estos muchachos que
construyeron un éxito desde las siete colinas.
“Recuerdo cuando cerramos el Show de
la Corvina Rubia en Mar de Ajó, el escenario tenia media cuadra de largo,
tocaban El Chango Nieto, Tormenta y nosotros cerrábamos, todo un bulevar
repleto de gente que quería escuchar la marcha del carnaval, era una locura
contagiosa.”
Invitaciones a tocar en Feliz
Domingo, y a filmar una película que no se concretó ya que quien tramitaba la
intervención era el papá de Luis, que falleció a los pocos meses, son algunas
de las tantas vivencias y experiencias que caracterizaron al grupo; “Siempre
estábamos detrás de Katunga, nos querían cambiar el negro, con ellos también
construimos una gran amistad”, risas.
Ayer y Hoy: Aquino, Caballero, Pimentel, Román, Gonzalez y Brassesco |
La Vuelta
La excusa del aniversario de Casino
Victoria devolvió la magia que se había perdido por casi dos décadas cuando se
disolvió el grupo allá por finales del ´88. “Juntarnos nuevamente para el
tercer aniversario del Casino fue mágico, volver a estar con amigos y demostrar
que todavía nos podemos divertir sanamente. Hoy muchos grupos les cuesta
expresar lo que tienen en su interior, y por eso creo que hay bandas que pueden
pasar años sin tocar y volver al escenario como el primer día, pienso que tiene
que ver con lo genuino de nuestro sentimiento por la música.”
Esta vuelta en principio se pensó
con los hijos de los músicos que integraron la formación, pero “ya habrá otra
oportunidad; ahora estamos viendo como decirles que sí a la gran cantidad de
gente que llama constantemente para ofrecernos presentaciones; parece que el
tiempo no pasó, pero ya no estamos para giras interminables, la verdad esta
repercusión tomó tan de sorpresa que nos divierte”.
Luis continua su relato, y en cada
palabra vuelven sobre sí recuerdos que son tan cristalinos que parecen haber
ocurrido ayer; la vida los puso de nuevo en el escenario y no desentonaron,
volvieron y fueron ovacionados, en un país donde las viejas recetas funcionan
mejor y los covers son moneda corriente, estos victorienes crearon un ritmo, le
agregaron letras, y mantuvieron un estilo que perdurará por varias generaciones
en el corazón de aquellos que bailaron, se enamoraron y divirtieron con esta
música.
Nota: Paralelo
32 – 22/11/08.-